1- Introducción
La geografía nos permite obtener otro tipo de características y elementos claves para la comprensión de nuestro territorio. Se ha atribuido su definición a un estudio de los fenómenos de la tierra. Sin embargo, esta ciencia, en la actualidad, va mucho más allá: se trata del estudio del espacio habitado por el ser humano y la relación entre este y el medio.
Así, un espacio geográfico, que es el espacio donde se generan las interacciones o relaciones entre los elementos mencionados, la geografía puede estudiarlos y abarcarlos desde diversos puntos de vista: aspectos físicos, como el relieve, el clima, los suelos, la hidrografía; elementos humanos, como la distribución espacial de la población y la dinámica demográfica; la representación matemática, como la cartografía, y características ambientales, como el cuidado del medioambiente y el desarrollo sustentable.
Dentro de este mismo estudio nos encontramos con otro concepto clave: territorio. El territorio comprende un espacio geográfico determinado por las relaciones de poder y de límites, los que no siempre precisos, y en el cual se interrelacionan fenómenos políticos y geográficos; por ejemplo, la rivalidad entre vecinos y una empresa por la construcción de una industria, extracciones ilegales de materias primas, instalaciones de termoeléctricas, entre otros muchos.
A continuación, estudiaremos qué es una región, qué elementos la componen, cuáles son sus características y por qué es importante su estudio.
2 ¿Qué es una región?
El concepto “región” proviene del ámbito de estudio del espacio geográfico. Esto principalmente se aplica en el estudio del paisaje, donde la región se desarrolla. Una de las definiciones más características es la elaborada por Alejandro Benedetti, quien establece su uso como “(…) el reconocimiento de una o más partes dentro de un todo, a partir de la utilización de un criterio específico que dé cuenta de una determinada organización geográfica: por lo tanto, estableciendo alguna clase de diferenciación espacial. Es el sentido más genérico de región, cuando se identifica, delimita –o sea, se diferencia del resto– y describe a un espacio, aun en forma imprecisa. (…) Región también se emplea con una finalidad analítica (…), en los diferentes términos adquiriendo, al menos, tres sentidos que remiten a tres prácticas interrelacionadas entre sí: región como división territorial e instrumento de gestión, región como construcción política e identitaria y región como instrumento conceptual. En todos estos casos el ejercicio de la delimitación, de una u otra manera, siempre está presente en las regionalizaciones”. Lo anterior, es un indicativo claro de que no existen usos únicos para la terminología; sin embargo, hay dos clasificaciones que son realmente claras: regiones naturales y regiones culturales.
Las regiones naturales pueden clasificarse en climáticas, biogeográficas, físicas y de biomas. La distribución de cada una de ellas depende de múltiples factores físicos, como el relieve, el clima, las aguas, la vegetación y la fauna.
Por otro lado, las regiones culturales se definen como aquellas que poseen unidad territorial con características políticas, sociales o económicas comunes y poseen centros desde los cuales se administra la región.
Por ejemplo, en cuanto a las religiones, se puede afirmar que existe una gran diversidad de creencias que se distribuyen en los distintos países del mundo. A partir de esto, se forman regiones culturales formales basadas en la religión que profesan las personas. Los mapas, se han elaborado a partir de información que muestra las características religiosas de la mayoría de la población, como el que visualizas más arriba.
Las diferencias culturales que se desprenden de las creencias y que dan origen a regiones culturales formales se evidencian, por ejemplo, en que las religiones orientales, como el hinduismo y el taoísmo, dan gran importancia al contacto directo entre los sujetos y lo sagrado por medio del cultivo del pensamiento filosófico; mientras que las religiones monoteístas o proféticas, como el islam, el cristianismo y el judaísmo, se destacan por creer en un único Dios, el cual se puede dar a conocer mediante profetas o libros revelados.
3- ¿Qué elementos y características posee una región?
Debemos tener claro que, considerando los mapas antes vistos, las delimitaciones de una región, sea natural o cultural, no es definitiva ni específica. Es más, obedece más bien a una delimitación abstracta que permite agrupar elementos comunes. Esta es uno de los grandes elementos de las regiones, criterio que también es ocupado por los países cuando desarrollan sus divisiones político-administrativas en regiones.
Así, los rasgos básicos de una región pueden ser caracterizados a partir de su etnia, demografía, historia, cultura, economía o circunstancias especiales de clima, relieve o topografía, administración, gobierno, etc.
4- ¿Por qué es importante su estudio?
Debemos considerar siempre que, para determinar mejor los elementos de un objeto de estudio, es imprescindible contar con una delimitación de este. Por esto, terminamos agrupando dichos elementos en las características más “comunes”, lo que nos permite una mejor comprensión y administración del territorio determinado.