1- Introducción
Sexo y Género ¿De qué estamos hablando?
Las personas, en el momento de nacer, son clasificadas en relación con:
- Su Sexo. Está determinado por las características biológicas: hombre (macho) o mujer (hembra). Es inmutable, es decir no se cambia porque es una cualidad biológica.
- Su Género. En función de su sexo, a las personas les son atribuidas determinadas características sociales y culturales que afectarán, a lo largo de su existencia, a las relaciones que mantengan con su entorno y consigo mismas, señalándolas como femeninas o masculinas.
1.1- El sexo
Los seres humanos nacemos hombres o mujeres.
La diferencia entre ambos se reconoce a través del cuerpo, más concretamente de los genitales y el aparato reproductor que marcan la diferencia biológica que nos define como seres sexuados.
1.2- El género
El género, en cambio, es una construcción social y cultural.
En función de la sexualidad de la persona e incluso antes de que tenga noción de sí, se le atribuyen determinadas características y/o cualidades (psíquicas, afectivas, actitudinales, de comportamiento, culturales y sociales). Estas características se implementan a través del conjunto de normas, prescripciones y representaciones culturales que dicta la sociedad sobre el comportamiento esperable y deseable para un sexo determinado:
Hombre = Masculino
Mujer = Femenino
De este modo, lo masculino y lo femenino queda absolutamente separado desde el momento en que la persona nace, teniendo que responder cada sujeto a unas expectativas, ajenas a él o ella, sobre las que no puede decidir.
El género, lo femenino y lo masculino, es modificable, es decir está sujeto a transformaciones porque sus atribuciones son culturales y la cultura, además de ser diversa, es cambiante.
Entonces, el sexo viene determinado por la naturaleza física y el género es una construcción social, que es dinámica en cuanto la cultura es de este modo. Es así como podemos encontrar desigualdades sociales en cuanto a un género determinado. Un ejemplo de esto es la invisibilización del trabajo doméstico o las diferencias salariales en el trabajo o la transfobia y sus consecuencias.
Esta distinción entre sexo y género fue desarrollada por una postura filosófica denominada Feminismo.
2- El Feminismo
El feminismo es el pensamiento político que sostiene que ningún ser humano debe ser privado de ningún bien o derecho a causa de su sexo o género y un movimiento social que exige para las mujeres, iguales libertades y derechos que para los hombres y busca eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres. También es una teoría social y política con tres siglos de recorrido. La Real Academia Española (RAE) lo define como un «principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.».
Una Filósofa muy importante del feminismo como lo es Simone de Beauvoir plantea la construcción del ser mujer de la siguiente forma:
“No se nace mujer: se llega a serlo”. Ningún destino biológico, psíquico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; es el conjunto de la civilización el que elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica de femenino. Únicamente la mediación de otro puede constituir a un individuo como un otro. En tanto que existe para sí, el niño podría concebirse como sexualmente diferenciado. Entre las chicas y los chicos, el cuerpo es al principio la irradiación de una subjetividad, el instrumento que efectúa la comprensión del mundo: a través de los ojos, de las manos, y no de las partes sexuales, ellos aprehenden el universo. El drama del nacimiento, el del destete, se desarrollan de la misma manera para los bebés de ambos sexos; tienen los mismos intereses y goces; la succión es en primer lugar la fuente de sus sensaciones más agradables […]. |
Desde la perspectiva feminista, el ser mujer es una construcción social que va acompañada de toda una historia universal acerca de lo que es ser hombre o mujer, en donde los individuos que habitan dicha construcción no necesariamente son conscientes de dicho constructo y actúan en base a esta historia pre construida. El feminismo ha sido clave para hacer notar la diferencia entre sexo y género y logra quitar el velo cultural que poseía esta dimensión.
La feminista Alicia Puleo plantea la idea de género de la siguiente forma:
El concepto de género fue introducido para distinguir los aspectos socioculturales, construidos, de los innatos, biológicos (sexo). Desarrollado por el análisis feminista como un sistema de organización social basado en el control y la dominación sobre las mujeres, género no tiene un carácter meramente descriptivo, como en algunos usos de la psicología o la antropología. Es un elemento crítico destinado para facilitar la desarticulación de las relaciones ilegítimas de poder. Ya he señalado que la tematización de la sexualidad separa al feminismo radical del liberal. Las feministas radicales no son las sufragistas puritanas del siglo XIX que pedían pudor a los hombres en vez de liberación sexual para todos. […] Aunque no suele reconocerse en la historia oficial de las ideas, el feminismo radical fue pionero en considerar la sexualidad como una construcción política. Antes de que un pensador tan famoso y aclamado como Michel Foucault criticara la «hipótesis represiva» o creencia de que la sociedad se limita a reprimir la líbido, Kate Millett y otras pensadoras feministas radicales habían identificado la construcción patriarcal del deseo y del objeto del mismo. Algunas feministas radicales se manifestaron como heterosexuales, es el caso de Germaine Greer. Otras, como Kate Millett en 1970, en un reportaje del Time Magazine, produjeron gran escándalo en su momento, introduciendo claramente el tema de la bisexualidad y el lesbianismo en el movimiento feminista.
Como ves, aquí vemos un avance en la temática, pasando de la igualdad de derechos a la libertad sexo-afectiva poniendo el ámbito privado de la vida cotidiana como un hecho político del cual hay que hacerse cargo, ya que es en este ámbito en donde la mujer encuentra la cuna de su opresión y la más pura manifestación del patriarcado.
3- Desigualdad de género
La desigualdad de género consiste en la atribución de distintos roles, capacidades y oportunidades para mujeres, hombres y disidencias sexuales, en función de estereotipos que prefiguran qué es “ser mujer” (lo femenino) y qué es “ser hombre” (lo masculino).
Desde aquí y teniendo en cuenta lo antes mencionado, las desigualdades de género surgen a partir de las características presupuestas que se le asignan a un género determinado.
Por ejemplo, se estima que el ámbito femenino es proclive a hacerse cargo de las labores del hogar, la crianza de los niños y la economía familiar, esto deriva en que laboralmente la mujer queda destinada a labores de aseo, educación de menores o a la cocina, desestimando las habilidades que pueda tener esta en el enorme abanico de las tareas sociales, como lo son los ámbitos técnicos y profesionales en general, además de las artes.
Por otro lado, se estima que los hombres están facultados para ejercer la mantención del núcleo familiar desestimando la capacidad de todo ser humano de hacerse cargo de su propia vida incluyendo los ámbitos más íntimos, como lo son las labores del hogar y la crianza responsable y afectiva de los hijos e hijas. Esto desestima las capacidades que pueda tener el hombre en los ámbitos de la belleza, la cocina, la educación de menores, etc.
No es menos cierto que este tipo de estereotipos están siendo juzgadas desde el feminismo y que han tenido una fuerte avanzada desde hace unos años hasta nuestros días, pero es imperativo tener claridad teórica acerca de lo que sustenta esta crítica para seguir avanzando hacia la liberación total de la mujer en igualdad de derechos con los hombres y para el respeto de los derechos de las disidencias sexuales (LGBTIQ+).
El Feminismo es un gran abanico de tendencias que se han ido desarrollando con el tiempo y es por eso que en nuestros días existen diferentes tipos de ver y enfrentar el tema de los derechos y la libertad de la mujer y las disidencias. Algunos feminismos existentes al día de hoy son: Feminismo filosófico, radical, liberal, de la igualdad, de la diferencia, científico, abolicionista, marxista, postcolonial o decolonial, anarquista, negro, separatista, disidente, etc.
A partir del desarrollo de las ideas feministas, aparece un área del pensamiento denominada estudios de género, la cual se enfoca en descubrir, analizar y desarrollar perspectivas críticas respecto de los roles de mujeres, hombres y disidencias en la sociedad, con el objetivo de propiciar relaciones más igualitarias en la esfera social.
Una de las últimas teorías que se han desarrollado a partir del estudio de género es la teoría Queer. Esta teoría es un conjunto de ideas sobre el género y la sexualidad humana que sostiene que los géneros, las identidades sexuales y las orientaciones sexuales no están esencialmente inscritos en la naturaleza biológica humana, sino que son el resultado de una construcción social, que varía en cada sociedad.
Rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas, como varón, mujer, heterosexual, homosexual, bisexual o transexual, pues considera que están sujetas a restricciones impuestas por una cultura en la que la heterosexualidad es obligatoria, así como la heteronormatividad y el heteropatriarcado. Estas categorías serían ficticias y escondería un número enorme de motivaciones políticas apoyadas por la sexología, una ciencia que no ha sido totalmente teorizada.
Contra el concepto clásico de género que parte de la distinción a partir de la «heterosexualidad natural» aceptada como normal (en inglés straight, es decir ‘recto’), contraria a lo «anómalo» (en inglés queer o ‘retorcido’); consideraría que todas las «identidades sexuales» son igualmente anómalas, incluida la heterosexualidad.
Critica las clasificaciones sociosexuales de la historiología, psicología, filosofía, antropología y sociología tradicionales, basadas habitualmente en el uso de un solo patrón de segmentación paternalista —sea de clase social, de género, de etnia o de nacionalidad poscolonial— y sostiene que las identidades sociales, condicionadas por la naturaleza sexual, se elaboran de manera más compleja como intersección de múltiples grupos, corrientes y criterios.
Para terminar, comparto contigo una infografía que da claridad acerca de los conceptos de orientación, identidad y expresión de género: