1- Contexto histórico
La estabilidad generada durante la época de la república conservadora permitió ocuparse de un asunto muy importante, que consolidaría a la nación y a sus fronteras: la expansión hacia el sur.
En sus primeros años de vida independiente, nuestro país se ocupó de esta materia desde la perspectiva legal, fijando los límites del territorio nacional en forma teórica y postergando su ocupación directa. En este sentido, uno de los avances realizados fue la ocupación de la isla de Chiloé durante el gobierno de Ramón Freire (1826). La ocupación efectiva del resto del territorio tardó en materializarse como consecuencia del agitado contexto interno que afectaba al país.
Hasta ese momento, el sur permanecía como una zona desconocida e inexplorada, principalmente por el establecimiento de la frontera del rio Biobío.
2- Ocupación de Magallanes
El temor de que Inglaterra y Francia intentaran ocupar el Estrecho de Magallanes llevó al presidente Bulnes a encomendar al intendente de Chiloé la organización de una expedición para tomarla oficialmente. Este mandó una pequeña goleta llamada Ancud al mando del comandante Juan Williams en 1843. Inmediatamente se echaron las bases del fuerte Bulnes, lo que fue muy oportuno ya que al día siguiente los franceses estaban reclamando posesión de dichos territorios. El establecimiento de una colonia fue oportuno, En 1849 se fundó Punta Arenas, ciudad que se constituyó como un puerto libre de aduana, habilitado para el tráfico mercante y beneficiado por el movimiento marítimo proveniente de Europa. Esto permitió dar un rumbo seguro al porvenir de esta ciudad, a pesar de estar marcada por las dificultades propias que le produce ser una región aislada geográficamente del resto del país.
En 1880 la población de Magallanes logra consolidarse tras resolver de alguna manera los conflictos generados con Argentina.
Las actividades económicas se centraron en la ganadería ovina, creando mataderos y frigoríficos acordes a dicha especialización.
Sin embargo, esta zona de nuestro país vivió uno de sus más cruentos episodios, ya que los aborígenes de ese sector pagaron caras las consecuencias del progreso.
Los selknam, un pueblo originario que habitaba allí desde hace miles de años fue duramente expulsado del territorio, ya que comenzaron a cazar aquellos animales que se estaban criando como ganado. Lo anterior generó una feroz cacería en su contra, en la cual incluso se llegó a pagar por orejas, extremidades y otros miembros de su cuerpo. Las enfermedades que los azotaron también contribuyeron a su rápida disminución. Finalmente, los pocos sobrevivientes sufrieron un proceso de aculturación gracias a la misión salesiana instalada allí, quienes occidentalizaron y enseñaron el cristianismo, perdiendo poco a poco su lenguaje, cultura, ritos, entre otros elementos.
3- Colonización Llanquihue-Valdivia
Otro territorio que había permanecido sin explotar por parte del estado chileno y cuyo interés económico despertó el atractivo de ocupar estas fértiles tierras, bajo un proceso de colonización.
Esta tarea correspondió a los inmigrantes alemanes, quienes transformaron la zona de los lagos en una región altamente productiva. Bajo el gobierno de Manuel Bulnes en el año 1844 se dictó la primera ley de colonización, que al año siguiente Bernardo Phillippi como enviado especial del gobierno se encargó de promover, dada la reducida cantidad de población que presentaba Chile en ese entonces, cumpliendo con algunos requisitos determinados por la autoridad, como solvencia económica y profesión de la fe católica, sin embargo, esto no siempre se cumplió ya que también llegaron protestantes. El encargado de materializar esta misión en el exterior fue Vicente Pérez Rosales quien, desempeñándose como agente de colonización, promovió en Alemania la inmigración de colonos hacia el sur de Chile.
Pérez Rosales desarrolló una intensa labor y la venida a Chile de los inmigrantes comienza en 1850, quienes no solo traían dinero para adquirir las tierras, sino que se prepararon con herramientas, semillas y, sobre todo, oficios aprendidos en Europa.
Las orillas del lago Llanquihue fue el lugar escogido para instalar a los nuevos colonos: se asentaron en torno a las recientemente fundadas ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas, desplazando a los nativos Huilliches, quienes perdieron gran parte de su territorio.
Los alemanes cumplieron todas las expectativas del gobierno chileno: comenzaron a cultivar papas, trigo, cebada, añadiendo actividades ganaderas e industriales. La producción de alimentos se completó con aserraderos, curtiembres, destilerías de alcohol y talleres textiles que posibilitaron la integración de las actuales regiones de los Ríos y Los Lagos a la economía nacional.
4- Chiloé
Concretada durante el gobierno de Ramón Freire, significó la expulsión definitiva de las tropas españolas del territorio nacional.