1- Contexto histórico
Durante el siglo XIX, los mapas de nuestro país no estaban bien determinados, principalmente por la herencia española que había dejado la configuración del país como algo inconcluso. Por lo tanto, unas de las principales tareas a realizar una vez consolidada la independencia fue la exploración del territorio nacional, lo que permitiera definir sus limites y consolidar la soberanía.
En este proceso, tuvieron que buscar soluciones para enfrentar distintos obstáculos, como la falta de recursos económicos, la escasez de población y la resistencia de las comunidades locales. Pese a estas dificultades, a mediados del siglo XIX el éxito de las acciones desplegadas por el Estado era evidente y, salvo por la zona de la Araucanía, el territorio continental de Chile se encontraba sometido legal y efectivamente a la soberanía nacional.
Así, en el año 1833 y en la primera Constitución de la república de Chile se establecieron los primeros límites: Chile se extendía desde el desierto de Atacama hasta Cabo de Hornos, y desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Pacífico, incluyendo territorios de la Patagonia, Archipiélago de Juan Fernández y todas las adyacentes.
“Diversas constituciones, entre ellas la de 1833, recogieron el principio de establecer en su texto los límites del país. La falta de oportunidad y las imprecisiones en que se incurrió al hacerlo, fueron objeto de críticas. Se comprende, no obstante, la necesidad sentida por los redactores de que la ley fundamental de una república en proceso de consolidación contuviera algo tan básico como los deslindes del territorio. Desde la restringida perspectiva de un habitante del valle central, el extremo sur y el extremo norte aparecían como hitos vagos sobre los que no existían mayores antecedentes. ¿Qué podía significar la Patagonia para un santiaguino de 1830, cuando lo que estaba más próximo a él se presentaba como un enorme espacio casi desierto?”
Sergio Villalobos y otros, Historia de Chile. Editorial Universitaria, Santiago, 1992.
2- Acciones del Estado
Principalmente buscando nuevos territorios para consolidar su soberanía, el Estado invirtió dinero y esfuerzos militares en generar los nuevos límites para su establecimiento económico:
– Incorporación de Chiloé: último bastión de la resistencia española en Chile, se logra su expulsión definitiva al mando de Ramón Freire.
– Toma de posesión del estrecho de Magallanes: principalmente como un fin estratégico-militar logra su delimitación en la zona más austral.
– Colonización alemana en Llanquihue: la ocupación efectiva por parte de colonos en este territorio permitió que Chile explotara zonas agrícolas muy fértiles, y asentar la soberanía en un lugar que no estaba muy poblado por indígenas.
Los métodos acompañados para generar una plena soberanía fueron diversos: estrategias diplomáticas, creación de fuertes y ciudades, colonización extranjera y enfrentamientos bélicos directos. Sin embargo, las imprecisiones de los territorios norte y sur del país (despoblado de atacama y Patagonia, específicamente) hicieron que las relaciones con nuestros vecinos estuviesen marcadas por el conflicto.