1- Contextualización
La obra literaria permite retratar la realidad de las personas a lo largo de la historia. Cada obra literaria es una ventana a una época histórica, por la cual podemos conocer otras culturas, ideas, espacios psicológicos, entre otros.
A partir de lo anterior, la obra literaria no es ajena a la realidad, no es un objeto aislado respecto a su contexto, no es autónoma, sino que está compuesta por un universo de factores. Sin embargo, la obra literaria no siempre será fiel a la realidad que la envuelve, puede oponerse a esta siendo rupturista con lo entablado en el momento determinado.
2- Contexto de producción y recepción
La literatura está compuesta por un universo de elementos que traspasan la simple palabra, por ello se dice que se establece a partir de un contexto extraverbal, es decir, se conforma también de eventos no lingüísticos como por ejemplo el tiempo, el espacio, la situación de enunciación, entre otros. Una obra se produce en un contexto determinado, repleto de circunstancias que rodean al escritor o dramaturgo. El contexto no se revela como un propósito evidente ni siempre es intencional, puesto que son rasgos y acontecimientos adheridos al autor.
El contexto de producción corresponde al espacio real, el espacio físico y psicológico que vive el autor al momento de escribir la obra, en la que se dejan entrever diversos aspectos del momento, por ejemplo: hechos políticos, guerras, revoluciones, pestes, acciones culturales, aspectos valóricos y éticos, entre otros. Este entorno influye y determina la cración de una obra.
Por lo general, el contexto de producción de la obra no coincide con el lector, por ello es relevante investigarlo o conocer desde dónde y cuándo el autor escribe, para así comprender mejor todos los aspectos del texto que se leen y lograr una interpretación más acabada.
El contexto de recepción es variable, corresponde al entorno que rodea al lector, por lo que lo determina su época, edad, género, experiencias personales, intereses, etc.
2.1- Elementos comunicativos de una obra literaria
La obra literaria es en sí un acto comunicativo, tiene sus primeros atisbos en la intención de comunicar algo, en que el autor (emisor) desea compartir un mensaje (ficticio) a los lectores (receptores). Desde este punto de vista, la producción de una obra tiene como finalidad compartir ideas a otros, desde un momento y espacio determinado.
a) Emisor de la obra
El emisor es el autor, intrínsecamente subjetivo, aunque el texto narre la vida o sucesos de otros, incluso de personajes inventados, su obra se escribe desde su forma de ver e interpretar el mundo.
b) Receptor de la obra
El o los receptores son los lectores reciben la obra, la descifran e interpretan. Si bien, la obra tiene elementos objetivos, una historia con un eje central y sus elementos literarios, esta tiene diversas interpretaciones, según los lectores.
Entre los receptores de una obra, existen los denominados receptores no implícitos, que corresponde a los receptores que en general van a leer una obra sin ser destinatarios directos, es decir un lector que se interesa por un tema específico y lee sobre este, sin ser el público directamente objetivo. Por otro lado, tenemos a los receptores implícitos, que son aquellos a quien va dirigida explícitamente la obra, por lo que cierto aspecto de su vida se ve involucrada de forma cercana.
Un ejemplo reciente y atingente a la sociedad chilena son las obras teatrales basadas en la tragedia de Antuco, hecho real ocurrido el 18 de mayo del 2005 en que mueren 45 miembros de un batallón de conscriptos que hacían el servicio militar. Estos jóvenes fueron expuestos a menos 35° de temperatura a una altura de 1599 m. sobre el nivel del mar, en el volcán Antuco ubicado en la región del Bíobío. A partir de estos hechos diversas compañías han montado obras teatrales, que si bien, se dirigen a un público general, es decir, receptores no implícitos, tiene como receptor implícito, en forma de homenaje, a los familiares que sufrieron estas pérdidas, por lo que la experiencia del receptor es cercana al tratarse de un pasaje de sus vidas. Algunas de estas obras son: “Hacía la montaña”, “Volcán Antuco” y “Viento blanco”.
Otro ejemplo cásico de la literatura española corresponde al poema que Francisco Quévedo le dedica de forma satírica a Luis de Góngora, en el cual se burla de su nariz. Si bien, hay varios receptores de este poema, va dirigido específicamente a alguien, por lo que para esa persona tiene una carga simbólica diferente que para un receptor común.
Francisco Quévedo
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
https://www.poemas-del-alma.com/a-un-hombre-de-gran-nariz.htm
Luis de Góngora
2.2- Tipos de Contexto
El Contexto de producción corresponde a las circunstancias y la situación de enunciación de una determinada obra literaria. Una obra puede ser analizada desde varios contextos al mismo tiempo, aunque puede haber uno(s) que prevalezca(n), por ejemplo la novela “Ana Frank”, es un relato que puede ser revisada desde un punto de vista biográfico e histórico.
a) Biográfico del autor: la obra deja entrever los aspectos de la vida del autos, hechos importantes que vivió, su educación, aportes, su cultura, su vida en general.
b) Estético – artístico: corresponde a un grupo determinado que impulsa un movimiento o generación literaria en común. Un movimiento literario es un grupo de autores que tiene una misma visión respecto al arte y la literatura, por lo general se basan en manifiestos, en el cual expresan sus principios básicos relacionados con su postura estética e ideológica. Por otro lado, una generación literaria es un grupo de artistas o escritores nacidos en un rango de tiempo, lo que permite rasgos comunes debido a la época, como por ejemplo, fomación intelectual similar y algún hecho particular por el cual reccionan con la escritura o arte.
c) Ideológico-cultural: se expresan principalmente ideas, valores, tendiendo una carga ideológica.
d) Histórico: Se refiere en especial a acontecimientos políticos, religiosos, económicos, científicos, etc. De un periodo determinado.
Ejemplo 1:
Baldomero Lillo publica su obra “Sub terra” en 1909, ambientada en los acontecimientos de las personas que trabajaban en las minas de carbón de Lota, narrando la vida de un pueblo que se sitúa en un contexto en que países como Chile tiene fuertes repercusiones de la Revolución Industrial. (Contexto histórico)
Baldomero Lillo nació y creció en Lota, lugar desde el cual escribe lo que observa que sucede en su pueblo. Trabaja en una pulpería de la empresa minera que se apodera del pueblo, lo que le permite ver la realidad de cada una de las familias del lugar. Desde este punto de vista, Baldomero Lillo vivencia esa realidad, es parte de las escenas que relata, en este caso como un observador. Su familia también carece de bienes económicos, sin embargo, a diferencia de otros jóvenes él asiste al liceo. Se infiere que esta preparación académica es la que le permite escribir esta valiosa obra. (Contexto Biográfico)
Subterra, narra una ficción enmarcada en un estilo Realista y Costumbrista, propio de finales del siglo XIX. El Realismo como estilo literario pretende ser una réplica exacta de la realidad, de la cotidianidad y se considera opuesto al Romanticismo y a la literatura fantástica (Contexto Estético). La novela “Subterra” relata lo que este jóven ve, no crítica, no emite juicios, solo describe las diversas historias de la realidad que lo rodea convirtiéndolo en relatos literarios. Sin embargo, aunque no es explícito, hay una fuerte crítica entre líneas.
La obra muestra claramente la relación de poder que tienen los adinerados, los dueños de empresas que por lo general son extranjeros que explotan a sus trabajadores sin otorgar condiciones dignas de trabajo. Los trabajadores no tienen derechos laborales, carecen de leyes que los protejan. La obra se enmarca en el momento culmine en que surge y se expande el Capitalismo y se establece como modelo económico en el mundo, donde la propiedad privada cobra gran valor y poder, y los trabajadores son vistos como mano de obra o herramienta de producción, totalmente desvalorada dentro del proceso de producción (Contexto ideológico). En la novela se exponen temas como: pobreza, determinismo, trabajo infantil, hambre, sueldos míseros, sueldos pagados con fichas que solo servían en ese lugar, peligro constante de muerte, problemas de salud, etc.
Ejemplo 2:
Subterra, Cuento “Los inválidos” (Fragmento)
La extracción de un caballo en la mina, acontecimiento no muy frecuente, había agrupado alrededor del pique a los obreros que volcaban las carretillas en la cancha y a los encargados de retornarlas vacías y colocarlas en las jaulas.
Todos eran viejos, inútiles para los trabajos del interior de la mina, y aquel caballo que después de diez años de arrastrar allá abajo los trenes de mineral era devuelto a la claridad del sol, inspirábales la honda simpatía que se experimenta por un viejo y leal amigo con el que se han compartido las fatigas de una penosa jornada.
A muchos les traía aquella bestia el recuerdo de mejores días, cuando en la estrecha cantera con brazo entonces vigoroso hundían de un solo golpe en el escondido filón el diente acerado de la piqueta del barretero. Todos conocían a Diamante, el generoso bruto, que dócil e infatigable trotaba con su tren de vagonetas, desde la mañana hasta la noche, en las sinuosas galerías de arrastre. Y cuando la fatiga abrumadora de aquella faena sobrehumana paralizaba el impulso de sus brazos, la vista del caballo que pasaba blanco de espuma les infundía nuevos alientos para proseguir esa tarea de hormigas perforadoras con el tesón inquebrantable de la ola que desmenuza grano por grano la roca inconmovible que desafía sus furores.
Todos esperaban silenciosos la aparición del caballo, inutilizado por incurable cojera para cualquier trabajo dentro o fuera de la mina y cuya última etapa sería el estéril llano donde sólo se percibían a trechos escuetos matorrales cubiertos de polvo, sin que una brizna de yerba ni un árbol interrumpiera el gris uniforme y monótono del paisaje.
Nada más tétrico que esa desolada llanura, reseca y polvorienta, sembrada de pequeños montículos de arena tan gruesa y pesada que los vientos arrastraban difícilmente a través del suelo desnudo, ávido de humedad.
En una pequeña elevación del terreno alzábanse la cabría, las chimeneas y los ahumados galpones de la mina. El caserío de los mineros estaba situado a la derecha en una pequeña hondonada. Sobre él una densa masa de humo negro flotaba pesadamente en el aire enrarecido, haciendo más sombrío el aspecto de aquel paraje inhospitalario.
Un calor sofocante subía de la tierra calcinada, y el polvo de carbón sutil e impalpable adheríase a los rostros sudorosos de los obreros que apoyados en sus carretillas saboreaba en silencio el breve descanso que aquella maniobra les deparaba.
Tras los golpes reglamentarios, las grandes poleas en lo alto de la cabría empezaron a girar con lentitud, deslizándose por sus ranuras los delgados hilos de metal que iba enrollando en el gran tambor, carrete gigantesco, la potente máquina. Pasaron algunos instantes y de pronto una masa oscura chorreando agua surgió rápida del negro pozo y se detuvo a algunos metros encima del brocal. Suspendido en una red de gruesas cuerdas sujeta debajo de la jaula balanceábase sobre el abismo, con las patas abiertas, y tiesas, un caballo negro. Mirado desde abajo en aquella grotesca postura asemejábase a una monstruosa araña recogida en el centro de su tela. Después de columpiarse un instante en el aire descendió suavemente al nivel de la plataforma. Los obreros se precipitaron sobre aquella especie de saco, desviándolo de la abertura del pique, y Diamante, libre en un momento de sus ligaduras, se alzó tembloroso sobre sus patas y se quedó inmóvil, resoplando fatigosamente.
Como todos los que se emplean en las minas, era un animal de pequeña alzada. La piel, que antes fue suave, lustrosa y negra como el azabache, había perdido su brillo acribillada por cicatrices sin cuento. Grandes grietas y heridas en supuración señalaban el sitio de los arreos de tiro, y los corvejones ostentaban viejos esparavanes que deformaban los finos remos de otro tiempo. Ventrudo, de largo cuello y huesudas ancas, no conservaba ni un resto de la gallardía y esbeltez pasadas, y las crines de la cola habían casi desaparecido arrancadas por el látigo cuya sangrienta huella se veía aún fresca en el hundido lomo.
Los obreros lo miraban con sorpresa dolorosa. ¡Qué cambio se había operado en el brioso bruto que ellos habían conocido! Aquello era sólo un pingajo de carne nauseabunda, buena para pasto de buitres y gallinazos. Y mientras el caballo cegado por la luz del mediodía permanecía con la cabeza baja e inmóvil, el más viejo de los mineros, enderezando el anguloso cuerpo, paseó una mirada investigadora a su alrededor. En su rostro marchito, pero de líneas firmes y correctas, había una expresión de gravedad soñadora y sus ojos, donde parecía haberse refugiado la vida, iban y venían del caballo al grupo silencioso de sus camaradas, ruinas vivientes que, como máquinas inútiles, la mina lanzaba de cuando en cuando desde sus hondas profundidades.
Los viejos miraban con curiosidad a su compañero aguardando uno de esos discursos extraños e incomprensibles que brotaban a veces de los labios del minero a quien consideraban como poseedor de una gran cultura intelectual, pues siempre había en los bolsillos de su blusa algún libro desencuadernado y sucio cuya lectura absorbía sus horas de reposo y del cual tomaba aquellas frases y términos ininteligibles para sus oyentes.
Preguntas de ayuda:
Luego de la lectura de un texto, para analizar el contexto de producción, puedes realizar algunas preguntas que ayudarán y darán pistas sobre cómo investigar, por ejemplo:
– ¿Cómo era la vida del autor? ¿Qué hechos de la vida del autor se relacionan con el texto?
– ¿El texto estará basando en un hecho histórico?, ¿en qué año fue escrito?
– ¿Qué estilo literario tiene el texto? ¿Hay elementos fantásticos, maravillosos, realistas?
– ¿Qué ideas promueve entre líneas? ¿el autor pertenece a alguna ideología religiosa o política que se manifieste en el texto?
Análisis:
Baldomero Lillo publica su obra “Suterra” en 1909, ambientada en los acontecimientos de las personas que trabajaban en las minas de carbón de Lota, narrando la vida de un pueblo que se sitúa en un contexto en que países como Chile tiene fuertes repercusiones de la Revolución Industrial. (Contexto histórico)
Baldomero Lillo nació y creció en Lota, lugar desde el cual escribe lo que observa que sucede en su pueblo. Trabaja en una pulpería de la empresa minera que se apodera del pueblo, lo que le permite ver la realidad de cada una de las familias del lugar. Desde este punto de vista, Baldomero Lillo vivencia esa realidad, es parte de las escenas que relata, en este caso como un observador. Su familia también carece de bienes económicos, sin embargo, a diferencia de otros jóvenes él asiste al liceo. Se infiere que esta preparación académica es la que le permite escribir esta valiosa obra. (Contexto Biográfico)
Subterra, narra una ficción enmarcada en un estilo Realista y Costumbrista, propio de finales del siglo XIX. El Realismo como estilo literario pretende ser una réplica exacta de la realidad, de la cotidianidad y se considera opuesto al Romanticismo y a la literatura fantástica (Contexto Estético). La novela “Subterra” relata lo que este joven ve, no crítica, no emite juicios, solo describe las diversas historias de la realidad que lo rodea convirtiéndolo en relatos literarios. Sin embargo, aunque no es explícito, hay una fuerte crítica entre líneas.
La obra muestra claramente la relación de poder que tienen los adinerados, los dueños de empresas que por lo general son extranjeros que explotan a sus trabajadores sin otorgar condiciones dignas de trabajo. Los trabajadores no tienen derechos laborales, carecen de leyes que los protejan. La obra se enmarca en el momento culmine en que surge y se expande el Capitalismo y se establece como modelo económico en el mundo, donde la propiedad privada cobra gran valor y poder, y los trabajadores son vistos como mano de obra o herramienta de producción, totalmente desvalorada dentro del proceso de producción (Contexto ideológico). En la novela se exponen temas como: pobreza, determinismo, trabajo infantil, hambre, sueldos míseros, sueldos pagados con fichas que solo servían en ese lugar, peligro constante de muerte, problemas de salud, etc.